sábado, 11 de septiembre de 2010

¿Qué es un administrador?

Pretendo contribuir a precisar, desarrollar y actualizar los conceptos de administrador y administrador profesional, en atención a la problemática existente y al hecho de constituir tales conceptos elementos de suma importancia para aspirantes, estudiosos, docentes, orientadores y empleadores. Con el mismo fin propongo el perfil del "administrador profesional competente" en el cual incluyo el papel social correspondiente.

Existe discrepancia entre los especialistas respecto de lo que es la administración, y esto afecta directamente el concepto de administrador. Los autores en administración consideran de poca importancia el asunto; sin embargo el concepto de administrador es punto de partida de una amplia problemática existente que afecta la formación de los estudiosos, reduce las posibilidades de empleo y posicionamiento adecuado. A los administradores profesionales se les prepara realmente como técnicos y no así como profesionales; en el mejor de los casos se les capacita "para administrar", pero no para renovar, ampliar y profundizar en el conocimiento administrativo, ni para generar innovaciones respecto a su campo de estudio y trabajo. Todo esto pone en entredicho el papel de las instituciones educativas al respecto. De ahí la necesidad de dedicar parte del presente escrito al deslinde de la formación profesional en relación del nivel técnico. Este artículo se ocupa principalmente del administrador de empresas y sólo tangencialmente del administrador público; se ubica en el México contemporáneo, en el contexto internacional e histórico, en el sistema económico basado en la propiedad privada.

En español ADMINISTRADOR ES EL QUE GOBIERNA O DIRIGE. Administrador es el que administra (Real Academia de la Lengua Española). Son sinónimos de administrador: gobernador, rector, regente, gerente, director, ministro, intendente gestor, apoderado, jefe, guía, dirigente, mayordomo, síndico, cuidador, tutor, curador (ver diccionarios de sinónimos).

Administrar significa: gobernar, regir, aplicar. Son sinónimos de administrar: dirigir, cuidar, regentar, tutelar, mandar, apoderar.

La Academia de la Lengua anota: "administrador. Que administra. Persona que administra bienes ajenos". Lo anterior expresa la posibilidad de que el administrador se ocupe de bienes propios (primera acepción) o bienes ajenos (segunda acepción).

El significado y los sinónimos de la palabra administrador son totalmente vigentes. En la práctica los significados que reconoce la Academia de la Lengua se encuentran en el uso generalizado y cotidiano del lenguaje. Lo anterior se prueba en el hecho de que cuando hablamos de la "administración" de una entidad, cualquiera que sea, estamos refiriéndonos, en primera instancia, a su gobierno o dirección: el máximo titular de la administración de la Universidad Autónoma Metropolitana es el Rector; el titular de la Administración Federal es el Presidente de la República; el titular de la administración del Distrito Federal es el Regente; el titular de la administración de Michoacán es el Gobernador del Estado; el titular de la administración del Municipio de Atoyac es el Presidente Municipal, también llamado Alcalde o Edil; el titular de la administración de Pemex es el Director General de esa empresa; el titular de la administración de un departamento o área cualesquiera de un organismo es el jefe o gerente de la misma.

Es un hecho que existe una gama muy amplia de jerarquías para gobernar o dirigir las instituciones: presidentes, vicepresidentes, gobernadores, regentes, ministros, directores, gerentes, jefes, supervisores, etc., donde cada cargo específico tiene su propia connotación pero donde todos ellos administran, es decir, gobiernan, aún cuando en general reportan a instancias superiores, también son, de una u otra manera, subordinados. Pero el rasgo que les es común es el mando, la autoridad; la diferencia expresa fundamentalmente jerarquía y facultades.

Como es sabido, los órganos máximos de gobierno de una empresa, en el caso de una sociedad por acciones, son los siguientes:

Precisiones respecto del administrador y otros funcionarios.
Los títulos: presidente, gobernador, rector, son reservados para los más altos niveles de gobierno de entidades públicas y privadas. Ministro, director, gerente, regidor, síndico, administrador, suelen emplearse para mandos superiores pero subordinados a otras instancias. Jefe, mayordomo, supervisor, intendente, gestor, apoderado, se asignan a puestos con autoridad y facultades limitadas sobre otras personas o respecto de ciertos asuntos.

A mayor jerarquía mayor connotación jurídico política; el "gobernante" accede al poder más frecuentemente por vía de elección y el "directivo" por vía de designación. El gobernante tiende a ser un líder que mediante la persuasión obtiene consenso y de ese consenso depende su permanencia en el poder. Incluso los gobiernos autocráticos requieren buscar el consenso y minimizar el uso de la fuerza la cual denota debilidad política.

Se argumenta y desde luego pudiera ser deseable que el directivo fuera también un líder, pero en la práctica su papel es de autoridad que se hace obedecer y su permanencia depende de sus superiores, esto es lo que con frecuencia le hace ir en contra de los intereses de sus colaboradores y dificulta sea verdadero líder, por más persuasión o "carisma" que pueda emplear.

Las pocas personas que no se encuentran subordinadas a instancias superiores son los poseedores de capital. Los más altos gobernantes formalmente se subordinan a la ciudadanía, a las instancias parlamentarias; en la práctica se subordinan más a las exigencias del capital, principalmente del externo, a efecto de atraer inversiones al país. Administradores públicos y administradores de empresas se subordinan al capital.

Diferencia y nexos entre administrador público y administrador de empresas.

En el sentido vulgar se considera que la Administración de Empresas es sinónimo de administración privada; sin embargo académicamente esto es un grave error: propicia que al estudiar las empresas se dejen fuera las que son propiedad pública8 y las que pertenecen al sector social9, mismas que tienen gran importancia incluso para la sobrevivencia de las empresas privadas. Así mismo propicia que al estudiar la Administración Pública se omita el estudio de las empresas, de innegable importancia en la actividad gubernamental.

Administración de Empresas no es sinónimo de administración privada por la sencilla razón que no todas las empresas son privadas; además la administración de empresas también es asunto de gobierno, tanto por las empresas que son propiedad del Estado, como por la estrecha relación que existe entre la actividad gubernamental y la actividad empresarial.

Para el administrador debe ser claro que existe una intersección entre la administración pública y la administración de empresas, y esa intersección es precisamente la administración de empresas públicas. Pero lo más importante es que si la Administración Pública es responsable de la economía nacional, a nivel general, y las empresas realizan directamente la actividad económica, de ninguna manera puede justificarse que sean ajenas ambas administraciones.

A la administración de empresas también interesa enormemente la actividad gubernamental, en la medida que le afecta o beneficia intensamente. Las administraciones no son ajenas entre sí. Sin embargo debe distinguirse entre administración pública y administración de empresas, ya que en cuanto a su naturaleza son muy diferentes: la administración pública se ocupa de funciones de gobierno y la administración de empresas se ocupa de actividades industriales, comerciales, financieras y de servicios.

El administrador público es más cercano al gobernante; desempeña funciones directivas en dependencias del Estado, donde una orientación político social de conservación del poder son la clave. El administrador de empresas se desempeña en industrias, comercios e instituciones financieras algunas de las cuales son del Estado, pero en todo caso su problemática es más de carácter técnico económico.

En ambos sectores se prestan necesariamente servicios públicos, casi todas las empresas lo hacen, si bien las empresas privadas requieren obtener beneficios económicos (lucrar) para subsistir, y las dependencias gubernamentales se financian con los impuestos. En todo caso el administrador está obligado a operar con eficiencia económica cualquier organismo bajo su responsabilidad.

Impacto social de la actividad de los administradores.
Como se ha visto, los administradores profesionales habrían de formarse para administrar, para contribuir a la evolución de las organizaciones y para que desarrollen el conocimiento administrativo. Sin embargo visto así, limitadamente, hasta ahí llegan las necesidades de los gobiernos y de las empresas. Pero debemos preguntarnos: ¿Los gobiernos y las empresas existen para servirse a sí mismos?. Definitivamente no. Antes de definir el perfil del administrador profesional conviene resaltar lo siguiente:

La sociedad necesita indispensablemente de los gobiernos y de las empresas. Si alguna vez se ha planteado la posibilidad de desaparición del Estado, lo cual parece cada vez menos factible, la desaparición de las empresas no es ni remotamente posible. Las empresas son las células económicas de la sociedad y basta el mal funcionamiento de las mismas para traer graves trastornos. No existen otras entidades que sustituyan a las empresas como los instrumentos básicos para el aprovechamiento de los recursos naturales, organización y aprovechamiento de la fuerza de trabajo, provisión de satisfactores para la población, etc.

En las sociedades actuales, tanto el vacío de poder y la ingobernabilidad, así como la reducción o desaparición de las empresas, son señales inequívocas de grave crisis, política, económica y social, que puede desembocar en desastre, guerra civil, y desmembramiento nacional, como sucede en las repúblicas de la ex Unión Soviética o como se avizora puede llegar a suceder en México. Estas reflexiones que pueden parecer exageradas son necesarias sin embargo, pues como se ha visto ningún país está excento de padecer situaciones de la índole mencionada.

Objetivamente, entonces, la razón de ser y el sustento de gobiernos y empresas es la sociedad. Sin la sociedad perderían su sustento y sin servirla no tienen justificación alguna para existir. El problema radica entonces en qué hacen con esas instituciones quienes las administran y cómo concurre a ello la población y la educación.


PAGINA UNAM

ADMINISTRACION PUBLICA

Administración pública es un término de límites imprecisos que comprende el conjunto de organizaciones públicas que realizan la función administrativa y de gestión del Estado1 y de otros entes públicos con personalidad jurídica, ya sean de ámbito regional o local.

Por su función, la administración pública pone en contacto directo a la ciudadanía con el poder político, satisfaciendo los intereses públicos de forma inmediata, por contraste con los poderes legislativo y judicial, que lo hacen de forma mediata.

Se encuentra integrada principalmente por el poder ejecutivo y los organismos que están en contacto permanente con el mismo. Por excepción, algunas independencias del poder legislativo integran la noción de "administración pública" (como las empresas estatales), a la vez que pueden existir juegos de "administración general" en los otros cuatro poderes o en organismos estatales que pueden depender de alguno.

La noción alcanza a los maestros y demás trabajadores de la educación pública, así como a los profesionales de los centros estatales de salud, a la policía y a las fuerzas armadas. Se discute, en cambio, si la integran los servicios públicos prestados por organizaciones privadas con habilitación del Estado. El concepto no alcanza a las entidades estatales que realizan la función legislativa ni la función judicial del Estado.

Origen y alcances del término

La palabra "administrar" proviene del latín "ad-ministrare","ad" (ir, hacia) y "ministrare" (Servir, cuidar)y tiene relación con la actividad de los ministros romanos en la antigüedad.

No obstante, el concepto de administración pública puede ser entendido desde dos puntos de vista. Desde un punto de vista formal, se entiende a la entidad que administra, o sea, al organismo público que ha recibido del poder político la competencia y los medios necesarios para la satisfacción de los intereses generales. Desde un punto de vista material, se entiende más bien la actividad administrativa, o sea, la actividad de este organismo considerado en sus problemas de gestión y de existencia propia, tanto en sus relaciones con otros organismos semejantes como con los particulares para asegurar la ejecución de su misión.

También se puede entender como la disciplina encargada del manejo científico de los recursos y de la dirección del trabajo humano enfocada a la satisfacción del interés público, entendiendo este último como las expectativas de la colectividad.

Elementos de la administración pública

• Medios personales o personas físicas
• Medios económicos, los principales son los tributos
• Organización, ordenación racional de los medios
• Fines, principios de la Entidad administrativa
• Actuación, que ha de ser lícita, dentro de una competencia de órgano actuante.

Jurídicamente, el concepto de administración pública se usa más frecuentemente en sentido formal, el cual en palabras de Rafael Bielsa, no denota una persona jurídica, sino un organismo que realiza una actividad del Estado. En este sentido, si decimos "responsabilidad de la Administración" se quiere significar que el acto o hecho de la Administración es lo que responsabiliza al Estado. Así pues, en realidad es el Estado la parte en juicio, a ese título tiene la administración pública el privilegio de lo contencioso administrativo (Enrique Sibaja Núñez).

Actualmente el modelo de administración habitual es el modelo burocrático descrito por Max Weber. Se basa en la racionalidad instrumental y en el ajuste entre objetivos y medios.

La Administración posee una serie de prerrogativas que la colocan en una posición superior a la del administrado. Entre dichos poderes destacan:

• La interpretación unilateral de contratos.
• La capacidad ejecutiva de los actos administrativos (por ejemplo, el cobro de multas por el procedimiento de apremio). Es decir, los actos de la administración deben cumplirse, son obligatorios, y la administración está autorizada para imponerlos unilateralmente a los particulares.
• El sometimiento a una jurisdicción especializada, la jurisdicción Contencioso-Administrativa.

Es un conjunto de funcionarios que están ligados al cumplimiento de las funciones estatales: en los niveles operativos, técnicos y profesionales comprendidos en las tareas administrativas, así como los niveles especializados bajo sistemas independientes de carrera. Las características de las burocracias exitosas depende de una burocracia profesional y meritocrática, capaz de gestionar las políticas públicas - durante momentos de transiciónes de gobierno y períodos de crisis -. Así, las funciones estatales tienen asegurada la capacidad técnica, la neutralidad de la implementación pues facilita la implementación efectiva y eficiente de las políticas y limita la discrecionalidad en las decisiones del gobierno: y la continuidad de las políticas. Así, los requisitos institucionales serían:

• principios meritocráticos para la contratación, promoción y destitución de los empleados públicos.
• autonomía técnica en el desempeño de las funciones.
• la existencia de un sistema adecuado de gestión de RR. HH que promueva la planificación, la optimización de la organización, fomente la capacitación, desarrollo y desempeño: una adecuada remuneración; y gestione las relaciones labores, sociales y humanas.
• esto debe articularse con un sistema de información que supervise desde un enfoque funcional y fiscal la evolución de los recursos humanos.

Nueva Gestión Pública

Es una serie de reformas administrativas que involucran una gestión por objetivos que utiliza indicadores cuantitativos, uso de la privatización, separación entre clientes y contratistas, la desintegración de instituciones administrativas tradicionales, el enfoque de estados como productor de servicios públicos, uso de incentivos en salarios, costos reducidos y mayor disciplina presupuestaria. Usa la evaluación como instrumento para mejorar el proceso.

La nueva gestión pública tiene cuatro métodos:

• La delegación de la toma de decisiones en jerarquías inferiores como agencias operativas, organismos regionales, gobiernos subnacionales pues éstos están más próximos al problema y tienen objetivos más claros.
• Una orientación hacia el desempeño que comienza desde los insumos y el cumplimiento legal hasta los incentivos y los productos.
• Un mayor orientación hacia el cliente bajo las estrategias de informar y escuchar al cliente para comprender lo que quieren los ciudadanos y responder con buenos servicios.
• Una mayor orientación de mercado, aprovechando los mercados o causimercados (a través de contratos de gestión y personal),la competencia entre los organismos públicos, el cobro entre los organismos y la externalización, mejoran los incentivos orientados al desempeño.

Así, la dirección de las reformas es:

• una ordenación más estratégica de las políticas públicas.
• separanda el diseño de las políticas de la implementación, o el financiamiento de la provisión.
• un sistema de gestión financiera que haga énfasis en los resultados, entregue un costeo completo, contabilice todos los insumos y los productos, y que al mismo tiempo descentralice los controles de gastos ex ante; comúnmente, los controles se hacen menos específicos (categorías presupuestarias más amplias, por ejemplo) y no se eliminan los controles externos, sino que se cambian de ex ante a ex post.
• un sistema de personal descentralizado que ponga mayor énfasis en la gratificación por el desempeño.

Nuevas Tecnologias de la Información y Comunicación

En los gobiernos, la generación de valor social se produce más por intuición y por procesos de “prueba y error” que por una estrategia alineada a las políticas públicas. El autor expone algunas alternativas para definir y mejorar tal estrategia.

Cuando se propició el auge de las empresas “punto-com” en los noventas, aparecieron innumerables modelos de negocio que consideraban innecesario tener clientes, generar utilidades, vender productos o generar valor económico en la sociedad. Los promotores de esta nueva economía afirmaban que, gracias Internet, la lógica fundamental de los negocios había cambiado para siempre.

Sin embargo, tal interpretación de la realidad resultó falsa y los mercados financieros reaccionaron para corregir la existencia de empresas que no generaban utilidades. Se estima que las pérdidas en los mercados de valores ascendieron a cinco billones de dólares (trillones de EUA). Esta cifra supera más de seis veces el programa de estímulo económico que proporcionó el gobierno de Estados Unidos para atenuar los efectos de la reciente crisis financiera mundial.

Por este motivo, a partir del 2002, cualquier proyecto de inversión para tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) en el mundo de las empresas, debe responder preguntas de estrategia de negocio tales como: ¿Qué retorno de inversión genera? ¿Cómo aumenta la productividad (salidas/entradas)? ¿Cómo se genera valor? ¿Existen otras alternativas? ¿Qué riesgos presenta? ¿Destruye valor?

Es evidente que los CIOs empresariales exitosos han comprendido los fundamentos de sus negocios y emplean el conocimiento tecnológico para proponer estrategias de alto nivel. Así lo demuestra la estandarización y la amplia difusión de estos conceptos en escuelas de negocios y facultades de informática en el mundo.

Sin embargo, la experiencia generada por las “punto-com” no ha producido el mismo efecto en las organizaciones públicas. Ejemplo de ello es la falta de consenso mundial en lo que se refiere al e-gobierno o gobierno digital. Basta acudir a cualquier foro internacional que reúna a CIOs gubernamentales para comprobar que cada país le asigna una definición distinta a este término y que existen un sinnúmero de enfoques respecto a la generación de valor en el uso de TIC por parte del gobierno.

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